El lento hundimiento de Pearl Harbor en la taquilla estadounidense se ha cobrado una víctima en la figura del presidente de operaciones de los estudios Walt Disney, Peter Schneider, el hombre que dio luz verde a la película con el presupuesto más caro jamás aprobado en Hollywood, 135 millones de dólares (más de 25.000 millones de pesetas). Schneider ha dimitido tras 18 meses como mano derecha del presidente de la compañía, Michael Eisner, anunciando su deseo de dedicarse a producir musicales en Broadway, un campo que conocía con anterioridad. En un comunicado, ha subrayado que su decisión no está relacionada 'ni con una discusión ni con un trabajo no conseguido, o una promoción negada o el fracaso de no dar beneficios o buenos resultados artísticos a la compañía'. La marcha de Schneider llega cuando los dos principales estrenos de Disney para esta temporada -tanto en imagen real con Pearl Harbor como en animación con Atlantis- carecen de la fuerza prometida para hacerse con la taquilla estadounidense. Su principal rival, DreamWorks, recaudó con Shrek el doble que Atlantis en su estreno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de junio de 2001