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Reportaje:

Clásicos franceses con jondura

Un grupo de cantaores flamencos recupera temas míticos de la canción gala

Todavía no me lo puedo creer. Los grandes, los más grandes de la canción francesa en un disco que se llama Chanson flamenca y es un homenaje flamenco a aquel género universalmente reconocido. Canciones de Aznavour, Brel, Bécaud, Piaf, Gainsbourg, Ferré, Moustaki, Bárbara. Títulos como Et maintenant, Non je ne regrette rien, Le Métèque, La Bohême, Ne me quitte pas, Les feuilles mortes...

Es decir, algunas de las más hermosas canciones francesas de la historia, vestidas de flamenco por primera vez. Una experiencia inédita. Por primera vez el flamenco explora estos sonidos de un género que le es ajeno, y que, sin embargo, transforma con brillantez y honestidad en cante jondo de la mejor ley. Y de enorme belleza, pues no perdemos el eco de las músicas originales -tan conocidas y justamente valoradas- y ganamos el quejío y la jondura de lo flamenco.

Los antiguos decían, cuando cantaban los palos más difíciles y de mayor respeto -siguiriyas, soleares, tonás-, que cantaban por tó lo jondo. Pedro Ojesto, pianista ducho ya en estas lides, y Manuel de María, tocaor que aquí se revela como cantante interpretando un título de Edith Piaf, son los promotores de la original idea y han contado con inestimables colaboraciones de franceses y españoles. Han acertado plenamente en la difícil tarea de transformar la exquisita música francesa por todo lo jondo.

El disco -producido por Talis, El Europeo y FS- fue presentado el miércoles por la noche en el patio del Instituto Francés de Madrid, con extraordinaria concurrencia de gente. Y se nos ofreció algo así como la mitad del disco, pues el resto de los cantaores -Charo Manzano, Montse Cortés, Juañares, Ana Salazar- no se hallaba en Madrid. En directo no hubo el concurso de medios de la grabación original, por supuesto, en la que oímos hasta un quinteto de cuerda, pero sí mucho corazón y una ejemplar entrega.

Guadiana hizo una versión extraordinaria (toná y fandangos de Huelva) de Le Métèque de Moustaki; Eva Durán, una muy cálida y profunda de Non je ne regrette rien; Ramón El Portugués nos estremeció con su Et maintenant de Becaud, que hizo admirablemente, con ese nervio y esa pasión que pone en los temas que siente especialmente. Después Yeyé de Cádiz puso la nota festiva con una rumba de Aznavour, y Manuel de María hizo su canción. Para terminar, subieron cuantos habían actuado al tablao y cantaron C'est si bon, que por bulerías es una gozada. Todos comandados por Cucharita, un cantaor francés que va a dar mucho que hablar. Y si no, al tiempo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de junio de 2001