La selección española de atletismo afronta este fin de semana, en Bremen (Alemania), el reto de mantenerse en la primera categoría de la Copa de Europa, a la que ascendió el año pasado en Oslo. Así, luchará por eludir una de las dos últimas plazas, las del descenso. Sus rivales van a ser Polonia y Grecia, los otros dos equipos más flojos de los ocho participantes. Los cinco restantes son Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y Rusia.
Las pruebas en las que España deberá arrancar los puntos que le permitan mantenerse en la élite son el lanzamiento del peso, con Manuel Martínez; el salto de longitud, con Yago Lamela, y las carreras de los 400 metros, con David Canal; los 1.500, con José Antonio Redolat, y los 5.000, con Alberto García.
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'Deberíamos luchar incluso por la cuarta o la quinta posición', declaró ayer un optimista José María Odriozola, el presidente de la Federación. Martínez, que debuta como capitán de la representación, se mostró más prudente y advirtió: 'A veces, por el exceso de ganas, rendimos peor en la alta competición'.
El título, en teoría, se lo disputarán Alemania, la selección anfitriona, y el Reino Unido. Los británicos se impusieron en la anterior edición, que se disputó en su estadio de Gateshead.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de junio de 2001