Miguel Ángel S. S., un joven de 17 años, perdió la vida sobre las nueve de la noche de ayer después de precipitarse hasta el suelo desde un sexto piso, en el número 2 de la calle de Antonio Vico, en el distrito de Carabanchel, cuando intentaba acceder a su casa desde el balcón contiguo del piso de un vecina, según fuentes policiales.
Los padres del muchacho no se encontraban en ese momento en el domicilio, por lo que Miguel Ángel, que deseaba acceder a la vivienda, ideó este peligroso sistema porque se había olvidado sus llaves dentro de la casa.
Minutos antes del accidente, el joven se encontraba con unos amigos en un bar. En un momento decidió ir a su domicilio para recoger algo. Uno de los amigos lo trasladó en una motocicleta hasta la calle de Antonio Vico y le esperó en la acera. Cuando el menor llegó a la puerta de su casa, se dio cuenta de que no disponía de las llaves. Como tampoco estaban sus padres en casa, decidió llamar a la puerta de los vecinos y pedir permiso para intentar pasar a su vivienda a través del balcón acristalado del inmueble contiguo. Sin embargo, Miguel Ángel no se apercibió de que la distancia entre un balcón y otro era demasido grande -más de un metro y medio- y se precipitó al vacío.
En la caída del joven desde el balcón hasta el pavimento, Miguel Ángel se topó con el toldo extendido de un comercio de la planta baja. Aunque el toldo amortiguó el brutal impacto de su cuerpo contra la acera, el golpe final fue mortal.
Los vecinos avisaron al Samur-092 y hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos tanto de este cuerpo de mergencias municipales como del Cuerpo Nacional de Policía.
Los médicos del Samur-092 intentaron recuperar al muchacho de una parada cardiorrespiratoria, pero los esfuerzos resultaron infructuosos. Los vecinos del inmueble no atinaban ayer a decir palabra alguna sobre el suceso. A última hora de la noche, la policía intentaba localizar a los padres del menor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de junio de 2001