Martín D. P., de 25 años, murió en la madrugada de ayer tras ser apuñalado en el pecho en una zona de la movida juvenil de Sevilla. El hombre se encontraba con un amigo junto a Torre Triana, un edificio de la Junta de Andalucía en torno al que se organizan cada fin de semana botellones y donde se había celebrado un concierto. Según relató su acompañante, la víctima se quedó solo unos instantes mientras su amigo buscaba un lugar donde orinar. Cuando regresó lo encontró en el suelo con un fuerte golpe en la cabeza.
A mediodía de ayer aún era difícil pasar junto al edificio de Torre Triana sin tropezarse con los restos de botellas y vasos de plástico de una noche de sábado que algunos aún prolongaban a las 11.00 horas del domingo, cuando el grupo de Homicidios llegó a la zona buscando posibles pruebas sobre el crimen ocurrido apenas siete horas antes. A escasos metros del lugar, se había celebrado la noche del sábado un macroconcierto de música de baile organizado por la emisora 40 Principales y que congregó a unos 100.000 jóvenes, entre ellos Martín D. P. y su amigo.
El espectáculo terminó sobre las 3.00, y muchos de los asistentes optaron por continuar la fiesta sin abandonar la zona. Martín y su acompañante se separaron durante unos minutos mientras el último iba al baño. Según contó después a la policía, cuando regresó encontró a su amigo tirado en el suelo y sangrando abundantemente por la cabeza. Martín D. P., de 25 años y vecino de Burguillos, una localidad de poco menos de 4.000 habitantes situada a 23 kilómetros de la capital, respiraba con mucha dificultad y su amigo decidió trasladarlo en su propio coche al Hospital Virgen Macarena de Sevilla.
El joven, aún con vida, llegó al centro sanitario sobre las 4.00, y fue allí donde los médicos descubrieron que, además de un fuerte golpe en la cabeza, presentaba una herida de arma blanca en el pecho, que, según fuentes policiales, fue la que le causó la muerte sólo unos minutos después de llegar al hospital.
La víctima fue trasladada al Instituto Anatómico Forense, situado a las espaldas del centro sanitario, donde se le practicó la autopsia para determinar las circunstancias exactas de la muerte. Los resultados del examen, que por ahora no se harán públicos, fueron trasladados al juzgado de instrucción número 18 de la capital andaluza.
La Brigada de Homicidios de la Policía Nacional intentó reconstruir los hechos durante todo el día de ayer, para lo que solicitó la colaboración ciudadana. Sin embargo, 12 horas después del suceso, ningún testigo se había puesto aún en contacto con el número de teléfono facilitado para recabar pistas. La policía esperaba también poder tomar declaración al amigo de la víctima, cuya identidad no ha sido facilitada y que por la mañana sufrió un colapso nervioso.
La Policía baraja varios posibles móviles que puedan explicar el crimen, pero la falta de pistas y de testimonios está dificultando las investigaciones. De momento, las tareas policiales se centran en dar con alguno de los cientos de jóvenes que estaban en las inmediaciones del lugar en el momento en que ocurrieron los hechos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de junio de 2001