Los presos de una cárcel próxima a la ciudad rusa de Ivánovo, a unos 400 kilómetros de Moscú, se convirtieron recientemente en modelos por un día que exhibieron creaciones de modistas tan famosos como Hugo Boss y Valentino. Según una información publicada en el diario Izvestia, la idea fue del jefe de la sección de moda de la revista francesa Vogue Hommes International, Paul Mazer, tras enterarse de que los reclusos se dedicaban a la confección de uniformes. El director de la prisión, Vladímir Pavlov, aceptó la petición, aunque ordenó una revisión exhaustiva del vehículo de los peculiares visitantes por si acaso intentaban introducir drogas. Los fotógrafos escogieron sus modelos entre los presos de mejor comportamiento, pero siempre que tuvieran un convincente aspecto de criminales. Más de 1.500 reclusos aplaudieron el fugaz estrellato de algunos de sus compañeros, aunque no faltaron las críticas de los no seleccionados, como uno que dijo: 'He vestido harapos mejores'. Los improvisados modelos actuaron por amor al arte, y su única recompensa serán ejemplares del número de la revista en el que se publicarán sus fotografías. Cuando menos, rompieron la rutina siniestra de una cárcel en la que, como en casi todas las rusas, el hacinamiento y la tuberculosis causan estragos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de junio de 2001