Pocos nombres en la historia del flamenco reciente han tenido y siguen teniendo un peso específico tan importante como el del hijo de doña Lucía de Algeciras. Francisco Sánchez Gómez no sólo ha revolucionado el mundo del flamenco desde dentro sino que ha roto, incluso, las estrictas barreras de este género musical muy poco dado a abrirse para llevar su música al terreno tanto del jazz como del pop-rock. Pocas veces ortodoxos y heterodoxos se han puesto tan de acuerdo como al afirmar que en cosas de flamenco hay un antes y un después de Paco de Lucía.
El maestro de la guitarra regresa a Barcelona para dos conciertos (hoy y mañana a las diez de la noche) en el Auditori que se presumen apoteósicos. La nueva visita de Paco de Lucía vuelve a enmarcarse en el seno del Festival de Guitarra de Barcelona, certamen que en casi todas sus ediciones ha contado con la presencia del guitarrista de Algeciras. Esta vez Paco de Lucía se presentará con su formación más especulativa, el septeto que ha paseado por el mundo durante los últimos quince años y que incluye como piezas básicas al bajista barcelonés Carles Benavent, al saxofonista y flautista madrileño Jorge Pardo, al percusionista brasileño Ruben Dantas, al bailaor sevillano Joaquín Grillo y a Ramón de Algeciras, hermano de Paco, en la segunda guitarra. La novedad se centrará en esta ocasión en la presencia del cantaor Rafael de Utrera que sustituye al sabadellense Duquende que ha dejado definitivamente el grupo de Paco de Lucía para dedicarse a su propia carrera como solista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de junio de 2001