El museo del tercer milenio no tiene nada que ver con el Guggenheim de Bilbao, en opinión de Umberto Eco, quien pronunció ayer una conferencia en el auditorio del edificio de Frank Gehry. Es más, a su juicio, el museo del futuro debería huir de la acumulación de piezas y del continente espectacular. El escritor y semiólogo italiano abrió ayer los II Encuentros de Arte y Cultura de la capital vizcaína.
El diagnóstico que Eco hizo de la historia del museo fue demoledor. 'El museo es voraz por definición', señaló, 'porque procede de un interés por acumular tesoros, con los que ofrecer un teatro del mundo'.
En el siglo XVII, siguió analizando, algunas de estas colecciones toman carácter público. 'La aglomeración de visitantes para disfrutar de un edificio no es una moda contemporánea; en aquella época el Louvre era más que apetecible para quienes no habían visto nunca un palacio'.
Pero, ¿cuál es, entonces, el museo del tercer milenio? Aquél, según Umberto Eco, que acoja una sola obra de arte. El resto de las salas estarían para explicarla. Además, añadió, habría copias fidedignas de la obra para que se pudiera disfrutar de ella sin apreturas, tras pagar un tributo de 'fetichismo' ante el original.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de junio de 2001