Un grupo de 44 farmacéuticos de Sevilla y provincia tuvieron la idea, en 1999, de hacer un seguimiento, durante un año, de la medicación que seguían los diabéticos que acudían a sus farmacias. Lo llamaron Proyecto Triana. Durante todo el año pasado, 201 enfermos de diabetes mellitus colaboraron con ellos sometiéndose a un protocolo de control, previamente diseñado por los farmacéuticos. Los resultados se conocen ahora. Entre los datos más llamativos destacan los 381 problemas detectados en la medicación. Muchos, un 67%, estaban tomando más de un medicamento, otros utilizaban medicinas equivalentes o no respetaban la dosis ni los tiempos estipulados para medicarse.
Los farmacéuticos destacan la alta colaboración de los pacientes; de todos los que dieron su consentimiento inicial, sólo abandonó un 8%. Según Manuel Pérez, presidente de los farmacéuticos sevillanos, 'se ha constatado, asimismo, que la mayoría ha mejorado sus hábitos en todo lo relacionado con el cuidado de la enfermedad'.
Pérez señala que ellos no quieren, 'en ningún caso', suplantar al médico. 'El Proyecto Triana ha servido para demostrar que se puede tener más salud y ahorrar en medicamentos sin que haya detrimento de las prestaciones sanitarias', concluye.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de junio de 2001