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El homenaje al duque de Alba destaca su talante renovador

Las palabras de los que conocieron al desaparecido Jesús Aguirre Ortiz de Zárate, duque de Alba, recordaron ayer en Sevilla su papel decisivo en la renovación del pensamiento español con la introducción de las ideas de la Escuela de Francfort, en la difusión de la música culta -desde su cargo de Director General de Música- y su inmensa labor para dar a conocer el patrimonio artístico de la Casa de Alba.

Jesús Aguirre, que falleció el pasado 11 de mayo en Madrid a los 66 años, recibió un homenaje organizado por el Centro Cultural El Monte. José Villa, gerente de la Fundación El Monte y colaborador del duque de Alba durante el tiempo que se ocupó de la Comisaría de Sevilla para la Exposición Universal de 1992, presentó el acto titulado Unos años decisivos: 1960-1992, periodo que se refiere a la vida pública del filósofo y teólogo desde que volvió de Múnich, ciudad en la que cursó Teología, hasta que abandonó la Comisaría de Sevilla.

'Figura poliédrica', según José Villa, y 'dueño de su historia', para Roberto Mesa. 'Fue un lujo para esta ciudad, aunque la lógica lo llevó a un discreto desencuentro'. Con estas palabras Manuel del Valle cerró la intervención en la que glosó la entrega de Jesús Aguirre a la ciudad e hizo referencia a su nombramiento como comisario, que él mismo realizó, y a su abandono del cargo cuando Rojas-Marcos llegó a la alcaldía. Intervinieron también Rafael Atienza, José María Martín Patino, Rogelio Reyes e Ignacio Romero de Solís.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de junio de 2001