El Ministerio de Defensa aseguró ayer que no ha encontrado motivos para sancionar al comandante general de Melilla, Francisco Díez, quien calificó la objeción de conciencia de 'vergonzosa y cobarde' durante un acto de jura de bandera celebrado el pasado 30 de marzo en un acuartelamiento de esta ciudad.
El subsecretario de Defensa, Víctor Torre de Silva, quien compareció ayer ante la comisión de Defensa del Congreso, aseguró que no se ha abierto ningún procedimiento para sancionar al comandante general de Melilla al no haber entendido que su conducta pudiera 'ser integrada en ninguno de los tipos previstos en la Ley de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas'. Torre Silva, en respuesta a la queja expresada por el Grupo Socialista, afirmó que tales afirmaciones 'no supusieron en ningún caso un juicio peyorativo respecto de la Constitución, porque de otra manera se hubiera procedido disciplinariamente'.
Francisco Díez, en el transcurso de un acto de jura de bandera de los últimos soldados de reemplazo que cumplirán el servicio militar obligatorio, se refirió a los que optan por hacer la prestación social sustitutoria como 'objetores de conveniencia'. El portavoz adjunto de Defensa del PSOE, Alberto Moragues, manifestó la 'preocupación' de su grupo porque Defensa aprecie que 'expresiones públicas de altos oficiales del Ejército que van en contra de las previsiones constitucionales' no sean objeto de 'ningún tipo de medida disciplinarias'.
A juicio de Moragues, 'en actos oficiales, y vestido de militar, no se puede hacer este tipo de declaraciones sin que haya ningún tipo de reacción de los responsables políticos del ministerio'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de junio de 2001