El PSOE recriminó ayer al ministro del Interior, Mariano Rajoy, que España no votara en contra de la norma comunitaria que exige pedir visado a los ciudadanos colombianos que quieran entrar en territorio Schengen. España se abstuvo en aquella votación y Rajoy ya tuvo que explicar en el Congreso, en la sesión de control al Gobierno del pasado 4 de abril, el motivo de aquella decisión. Entonces, y ayer, Rajoy ofreció dos argumentos. Dijo que esas decisiones comunitarias se adoptan por mayoría cualificada, por lo que hubiese sido aprobado tanto con la abstención como con el voto en contra de España. Y añadió que, de votar en contra, se habría aprobado el texto de la Comisión Europea en lugar de, como ocurrió, una enmienda que presentó Francia y que requería, para salir adelante, que ningún país se opusiese. Esa enmienda, en su artículo 6, añadió el ministro, "evita el riesgo de que Gibraltar pueda expedir autónomamente documentos de identidad", lo que es "del máximo interés para España".
El diputado socialista Diego López Garrido criticó ayer, como ya hiciera el 4 de abril su compañera María Teresa Fernández de la Vega, este argumento del ministro. López Garrido le dijo a Rajoy que el Gobierno "utiliza últimamente Gibraltar para todo" y añadió que no entendía cuál es la implicación de la colonia británica en este asunto toda vez que el reglamento detalla, en su preámbulo, que no es aplicable ni a Reino Unido ni a Irlanda. Rajoy le respondió que esos países quedan fuera porque es un acuerdo para los países que, dentro de la UE, firmaron el Tratado de Schengen sobre liberdad de movimiento de personas. Pero insistió en la conveniencia que ve el Ejecutivo en mantener la limitación que incorporó Francia para Gibraltar.
López Garrido le dijo que el miércoles había hablado por teléfono con el premio Nóbel Gabriel García Márquez, quien junto a otros intelectuales remitió una carta al presidente del Gobierno, José María Aznar, pidiéndole que diera marcha atrás. Según el diputado socialista, Aznar no les ha respondido.
Rajoy le pidió al diputado socialista que, "gracias a esa amistad" con García Márquez, le persuada de que España no tiene nada contra Colombia sino que se debe a los acuerdos comunitarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de junio de 2001