El concierto de Estopa, el pasado 14 de mayo, ha sido la última actuación musical celebrada en el Palacio de los Deportes de Madrid. Ayer mismo habría comenzado Riverdance, el espectáculo de danza que iba a finalizar mañana -la empresa promotora anunció ayer inmediatamente que se devolvería el importe de las entradas vendidas con anticipación-. La desaparición de un lugar susceptible de ser utilizado para la música en directo hunde más a Madrid en la cola de capitales europeas con recintos adecuados para ello. La inexistencia de locales de amplio aforo ha privado a la ciudad de disfrutar de las recientes giras de invierno de grandes artistas internacionales como Sting, Madonna o Pearl Jam.
Recién comenzadas las giras de verano se sabía que la del dúo sueco Roxette era, por el momento, la única actuación programada, el 25 de octubre. Las entradas se ponían hoy a la venta, pero su oficina española ya está buscando otra ubicación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de junio de 2001