La Audiencia de Huelva ha absuelto a David C.R., juzgado por el asesinato de su madre, a la que asestó 66 puñaladas, por la eximente de pérdida del uso de sus facultades mentales debido a una esquizofrenia paranoide y ha ordenado su ingreso en un centro psiquiátrico.
Tras celebrarse ayer el juicio con tribunal popular, el Ministerio Fiscal modificó sus conclusiones provisionales y pidió la absolución y el ingreso en un centro psiquiátrico por un máximo de 15 años, en lugar de la pena de diez años de cárcel, a lo que se adhirió la defensa.
Durante el juicio, quedó probado que David, abandonado por su madre a los cuatro años y que se reencontró con ella en Huelva a los 16, en la madrugada del 10 de abril de este año le atacó por la espalda y le asestó 66 puñaladas en el cuello, brazos, pecho y espalda, tras lo que llamó a la policía y se declaró culpable.
El acusado confesó que el día de la muerte llevaba varios días sin dormir, sin tomar medicación, que oía espíritus, que su madre le amenazaba constantemente y que le echaba lejía en la comida.
Según los forenses -la psiquiatra que lo estaba tratando desde el mes de septiembre de 1999 y el médico que le atendió en el hospital de urgencias, tras el asesinato- David decía que 'oía voces en su interior' y a su madre, durante los hechos, reírse y advertirle de que con un cuchillo de plástico no le podía matar. A juicio de los forenses, esta última circunstancia explica que utilizara hasta tres armas.
Los médicos también aseguran que en la noche en la que mató a su madre sufría un brote psicótico agudo, era imposible comunicarse con él porque estaba totalmente aislado y era incapaz de diferenciar la realidad de sus imaginaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de junio de 2001