El grupo de inmigrantes que el pasado verano acampó en la plaza de Catalunya de Barcelona por falta de alojamiento vuelve a movilizarse. Tras dormir durante siete meses en un albergue financiado por el Ayuntamiento, éste ha decidido cerrar la instalación recordando que 'era una medida provisional'. Actualmente, unos 90 inmigrantes duermen en este albergue, aunque en su mayor parte ya han conseguido la regularización. Por eso, el Ayuntamiento considera que ya están en condiciones de trabajar y salir adelante. Sin embargo, los inmigrantes se quejan de que muchos de ellos aún no han encontrado trabajo y que algunos ni siquiera han conseguido los papeles. Para dar publicidad a su protesta, se concentraron ayer en la plaza de Sant Jaume para pedir la prolongación de las ayudas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de junio de 2001