La economía japonesa vuelve a dar muestras de deterioro con la subida del desempleo en mayo pasado a un máximo histórico del 4,9%, según datos anunciados ayer por el Gobierno. La población activa se situó en 64,73 millones de personas. Pero el número de desempleados subió en 300.000 personas más en mayo respecto a las que había hace un año. El número de desocupados a final de mayo pasado se situó en 3,78 millones de personas.
Por sectores, el de servicios fue el único que mejoró, con un subida del empleo del 1,5% sobre el año anterior, mientras que los peores resultados se los repartieron el manufacturero, con 210.000 trabajadores menos, y el de la construcción, con 80.000 menos.
MÁS INFORMACIÓN
A la complicada situación laboral se unen las fuertes presiones deflacionistas que padece la economía, agudizadas este mes con el indicador de los precios en mayo y la caída de los precios de Tokio en un 0,4% en junio.
La sangría laboral, que eleva a 3,78 millones de personas la cifra de desocupados, continuará en los próximos meses ya que las autoridades esperan que 200.000 empleos desaparezcan durante el proceso de eliminación de créditos irrecuperables, acumulados desde hace casi doce años, un paso sin el que la banca local no saldrá de su estancamiento.
El primer ministro, Junichiro Koizumi, que ayer inició su primera gira por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, afirmó que tras las elecciones parciales al Senado del 29 de julio próximo comenzarán a introducirse las reformas elaboradas la semana pasada por el Consejo de Economía y Política Fiscal, que responden a sus promesas de reforma y cambio.
El ambicioso plan para superar el problema del paro creceinte en lasegunda economía mundial incluye un compromiso de crear 5,3 millones de puestos de trabajo en cinco años para hacer frente al elevado coste social que tendrán las reformas de la economía y las quiebras que llevan aparejadas. Entre otras medidas, el ministerio de Trabajo subsidiará a las empresas que contraten a personas de edades comprendidas entre 45 y 59 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de junio de 2001