La Bolsa española ha cerrado el semestre con una sesión discreta que no ha podido impedir que el mes de junio haya sido el peor de este año. En este mes, el índice general de Madrid pierde el 5,78%, y el Ibex 35, el 6,55%, mientras que en el conjunto de estos seis meses Madrid baja el 2,20%, y el Ibex 35, un 2,54%.
Los inversores particulares esperaban que los gestores hicieran algunos esfuerzos para mejorar el nivel medio de sus carteras, pero todos esperaban esa reacción para desprenderse de unos títulos que, a medida que se conocen más datos sobre la coyuntura económica, queman en las carteras.
La UE hizo público ayer el incremento del dinero en circulación en el mes de mayo, conocido como masa monetaria o M3, que creció el 5,4%, y vuelve a desbordar las previsiones. El BCE, atento a esta variable y a la inflación, ve cómo una política monetaria más flexible, acorde con la debilidad de la situación económica, resulta imposible con una inflación del 3,4% y más dinero presionando sobre los precios.
Las expectativas para el comienzo del segundo semestre no son demasiado atractivas, debido a los reiterados problemas de Estados Unidos, que han forzado un nuevo descenso de los tipos de interés. Incluso allí las bolsas se encuentran en plena fase de indecisión, a pesar de las repetidas rebajas en el precio del dinero. El momento del inicio de la recuperación económica se va postergando día a día, y ha pasado de considerarse inmediato en los primeros meses de este año a situarse al final del ejercicio, según las últimas estimaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de junio de 2001