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OPINIÓN DEL LECTOR

Antenas y dignidad humana

No hay justificación posible; aunque no existiera riesgo (caso irreal, porque hay afectados) no se puede exponer a la población a la posibilidad de perder parte de su salud. No hay que ser muy miope para darse cuenta de que el teléfono móvil no funciona a pilas.

Desde luego que, la comunidad científica, política y médica tenía que haber ido más rápido y preveer los problemas que ahora sufren muchos vecinos de nuestras poblaciones. Las empresas de telefonía móvil no pueden experimentar sin avisar, quieren tenernos como conejillos de indias..

Por ello pedimos solidaridad a todos los vecinos, y solicitamos medidas y responsabilidad, tanto a las empresas, como y sobre todo, a los ayuntamientos que son quienes autorizan y 'supuestamente' controlan estas instalaciones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de julio de 2001