Bronceado, con muy buen aspecto, aunque sometido a una estrecha vigilancia médica, tras haber estado ingresado en un hospital de Madrid, el bailarín y coreógrafo Antonio Gades, de 65 años, ha vuelto al Ballet Nacional de España, que él fundó hace mas de 20 años, para montar una de sus creaciones más aclamadas, Fuenteovejuna, sobre el drama de Lope de Vega. Gades asistió esta semana al primer ensayo completo de esta obra que él mismo ha bailado y se declaró 'muy contento' con los resultados. 'Cuando alguien me pregunta que si me retiro, siempre contesto lo mismo: oiga, mire, a nadie dije que venía. Tampoco voy a decir que me voy', afirma. Gades aceptó volver al Ballet Nacional de España -invitación que le hizo su anterior directora, Aída Gómez- porque le da pena que se pierdan sus coreografías. 'Yo también, en mi momento, intenté rescatar todo lo posible de nuestras glorias de la danza'. Y cita a Antonio, a Pilar López, a Marienma.
MÁS INFORMACIÓN
El Fuenteovejuna que bailará el BNE, probablemente el próximo año en el Teatro Real, es el mismo que Gades creó y bailó. 'No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Si acaso, aprendo de los errores. Porque si una cosa no sirve, se hace nueva', señala el bailarín.
Sobre el momento que vive hoy la danza en España, Gades afirma que 'se ha olvidado el folclor, no se estudia en profundidad, y son nuestras raíces. Se ha olvidado en las escuelas. La gente, los jóvenes, van muy deprisa, demasiado deprisa hacia el éxito, y eso no creo que sea bueno ni para ellos mismos. Como en política, hay que tener memoria histórica. Porque hoy no se puede ser bailarín y no saber quién es Pilar López ni lo que ha hecho'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de julio de 2001