La fragilidad de las comunicaciones de la Bahía de Cádiz quedó ayer una vez más patente. La llegada de los primeros turistas a la capital gaditana, el cambio al horario de verano en la jornada laboral de los funcionarios de la Administración y varios accidentes de tráfico sin consecuencias provocaron ayer grandes retenciones en los accesos a Cádiz, como muestra la foto. La Guardia Civil informó de que, a primera hora de la mañana y de 12.00 a 13.30, se produjeron colas de hasta cinco kilómetros en la carretera N-443 y en el puente Carranza en dirección a Cádiz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de julio de 2001