La policía detuvo en la noche del pasado domingo a un español y a siete inmigrantes indocumentados marroquíes que se alojaban en un inmueble propiedad del primero. Según fuentes policiales, en la azotea del edificio vivían un total de 20, aunque durante la actuación policial sólo pudieron ser interceptados siete de ellos. Los demás escaparon.
Las primeras declaraciones tomadas a los inmigrantes apuntaban a que dos de los marroquíes eran los cabecillas de una red que se encargaba de alojar a sus compatriotas y buscarles trabajo. Las fuentes consultadas aseguraron que los indocumentados proceden de Murcia y Almería y que se encontraban en el país desde hace un tiempo indeterminado.
La actuación policial comenzó cuando un español que ejercía de transportista fue interceptado pasadas las diez de la noche, cuando conducía un coche Mercedes en el que llevaba a cuatro súbditos de origen magrebí que huyeron al observar a los policías.
El conductor denunció que en el ático del número 4 de la calle Los Negros de la capital había más inmigrantes. Cuando los agentes llegaron al inmueble, los indocumentados huyeron y algunos se escondieron en el aljibe del edificio, donde fueron detenidos al igual que el propietario del inmueble.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de julio de 2001