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OPINIÓN DEL LECTOR

Bibliotecas de verano

El 22 de junio Francisco Zafrilla y 10 firmas más hablaban en este sección del uso restringido de la biblioteca pública de Paterna, de modo que sean los usuarios habituales quienes disfruten de consultas y lectura. El masivo bloqueo de las salas de lectura de nuestras bibliotecas en verano se debe a estudiantes con asignaturas pendientes. Cuando comparecen, temerosos de quedarse sin plaza para sentarse, anulan cualquier posibilidad del lector normal. Es curioso ver cómo confluyen a las salas incluso ocupando las sillas infantiles. Un estudiante puede enfrentarse a sus apuntes en su casa, pero se quiere ir a la biblioteca también por razones de relación, de charla con los colegas. Entonces, si no cabe ni un alfiler en esa diaria tesitura, ¿dónde va a sentarse y leer quien sí utiliza las colecciones de las distintas secciones? El estudiante se trae el libro de casa, suplanta el ejercicio del lector de todos los días... y mañana quiere hacer lo mismo. Hay que apoyar esta voluntad, aunque venga forzada por la obligación respecto a septiembre. Pero las bibliotecas municipales no tienen en esa clientela circunstancial beneficio alguno para sus asistentes a lo largo del año, qué le vamos a hacer.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de julio de 2001