Diez familias de turistas decidieron ayer abandonar el edificio de Benidorm en el que iban a alojarse al comprobar a su llegada que el inmueble carecía de las 'mínimas condiciones de habitabilidad'. El edificio en cuestión, situado en la Vía Emilio Ortuño, esquina con la calle de Fluixá, presenta zonas comunes de la urbanización que están sin finalizar (piscina, jardines, etc,) y el suministro de luz procede de un grupo electrógeno instalado en la propia calle.
El edificio es de la familia del alcalde, el popular Vicente Pérez Devesa, aunque lo tiene arrendado a una empresa que es la que a su vez alquila los apartamentos. El grupo municipal socialista, en la oposición, ha pedido conocer si la construcción cuenta con la licencia de ocupación y la cédula de habitabilidad. 'No nos consta que así sea, y en el caso de que las tenga, habría que poner en cuestión el informe de los técnicos', afirman en el grupo socialista.
Los socialistas entienden que el Ayuntamiento debe ser muy escrupuloso con la calidad de las edificaciones, porque denuncias como las que ayer presentó el grupo de turistas repercuten como publicidad negativa del municipio turístico, arguyeron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de julio de 2001