José María Aznar manifestó ayer un 'fuerte interés' por el plan Puebla-Panamá, el ambicioso proyecto formulado por el presidente mexicano, Vicente Fox, para desarrollar los nueve Estados meridionales, los más pobres de su país, y toda la cuenca centroamericana mediante la construcción de una red de vías de comunicación y telecomunicación que impriman dinamismo a la zona. El plan, considerado por muchos como una utopía debido a las dificultades políticas -entre otras, la oposición de los zapatistas- y financieras -pese a que la idea ha merecido la atención del presidente del Banco Interamericano, Enrique Iglesias- fue valorado por el presidente español como 'una visión optimista del futuro' que merece ser muy tenida en cuenta.El otro campo de cooperación internacional destacado por los dirigentes es Europa. Vicente Fox dedicó hasta siete párrafos de su discurso de bienvenida a agradecer el apoyo de España a las aspiraciones de su país de establecer una relación más estrecha con la UE, y afirmó: 'México y España estamos construyendo un nuevo puente entre Europa y América Latina y el Caribe'.
Fox reiteró su voluntad de privatizar la generación de energía eléctrica, un proyecto que interesa mucho a las empresas españolas. España y México firmaron ayer un acuerdo de cooperación en materia de turismo, por el que Madrid aportará unos 190 millones de pesetas para la financiación de nuevos programas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de julio de 2001