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Un investigador destaca la inmigración como uno de los retos de la salud pública

Juan Rodés, director de investigación del Hospital Clínic de Barcelona, señaló ayer en San Sebastián que, ante la afluencia masiva de inmigrantes a España, los médicos tendrán que 'entrenarse' para 'conocer, diagnosticar y tratar de manera adecuada enfermedades poco comunes en los países desarrollados'. En cualquier caso, aseguró que 'no cabe alarmarse en absoluto', ya que el sistema de sanidad español es 'suficientemente bueno y de calidad contrastada' para erradicar estos posibles males.

Rodés realizó estas manifestaciones durante la presentación del seminario Salud pública: retos al inicio de un nuevo siglo, que se celebra esta semana en la capital guipuzcoana en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV).

'No hay que ir contra los emigrantes, sino saber qué enfermedades pueden portar para tratarlos y curarlos', declaró el investigador, tras subrayar que 'si los inmigrantes que están enfermos no tienen facilidad para contactar con el médico', porque no tienen su situación regularizada y están 'marginados', es 'muy difícil' curar sus dolencias.

El director de investigación del Clínic de Barcelona recordó que el tabaquismo y los accidentes de tráfico son unas de las principales causas de muerte en los países desarrollados y resaltó la necesidad de continuar realizando campañas de sensibilización para lograr que la ciudadanía 'tome conciencia del riesgo que conlleva fumar, así como beber y luego conducir'. En cualquier caso, abogó también por aumentar el precio del tabaco y por endurecer los controles de alcoholemia para paliar ambos fenómenos.

La crisis de las vacas locas, el envejecimiento y el cambio climático son otros de los temas de actualidad que se van a tratar en este curso sobre salud pública.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de julio de 2001