Soy un extremeño, casado en Jaén con una andaluza de pura cepa, residimos en Jaén con domicilio fiscal en Jaén y llevo una semana alucinando. Les cuento: he tenido necesidad de pedir información fiscal para cumplimentar mi declaración de la renta y ¿puede alguien creerse que el BBV-Argentaria me entrega esa información nada menos que en catalán? Juro que no paro de darle vueltas buscando una explicación.
O bien se piensan que Jaén está en Senegal en vez de en España y quieren hacer el favor de culturizarnos, o creen que soy imbécil, o me han confundido con el señor presidente que, según confesó en su día, habla catalán 'en la intimidad', pero vamos, no han acertado ni una. Han perdido un cliente ya para los restos más toda su familia, más todos sus amigos que le escuchen, más todo andaluz de pro que se dé por ofendido. ¡Queden ustedes con Dios, señores del BBVA! Les aseguro que han conseguido cabrearme una jartá.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de julio de 2001