Mi hermana y yo visitamos Madrid durante el pasado mes de junio. He de decir que la ciudad nos pareció muy bella. Hicimos un tour a bordo de un autobús descapotado porque desde él intentábamos informarnos sobre su ciudad. No encontramos un solo teléfono interior, de los destinados a informar a los turistas, que funcionara. Me pareció una vergüenza. Ello arruinó nuestro viaje.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de julio de 2001