El pasado fin de semana el lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, situó el crecimiento de la economía vasca para este año en el 3,4% o 3,5%, cinco décimas por debajo de lo que anunció su Gobierno el pasado mes de marzo. Esta revisión del crecimiento esperado todavía es demasiado optimista para Confebask, que anunció ayer un incremento del PIB del 3,1% para este ejercicio, frente al 4,2% registrado en 2000.
La ralentización de la economía estadounidense, que representa el 21% del PIB mundial, está arrastrando a otras en su caída. 'El 25% de las exportaciones europeas van a EE UU', explicó ayer José Guillermo Zubia, secretario general de la patronal vasca, quien justificó la revisión a la baja de las expectativas económicas en la dependencia del exterior. El 65% de lo que se produce en Euskadi se vende fuera de la comunidad; un 35% en el resto de España y el 30% en mercados exteriores.
No obstante, la situación económica vasca está lejos de ser preocupante, según Confebask. 'No se puede hablar de crisis ni de cambio de ciclo', subrayó Zubia, quien añadió que la ralentización llega después de un periodo excepcional, con las empresas fortalecidas y bien situadas. 'Es crecer menos sobre un 32%, que es lo que ha crecido la economía vasca en los últimos años', destacó.
La industria será el sector más afectado por la desaceleración. Las previsiones de crecimiento de la industria se han reducido 0,8 puntos; del 4,7% inicialmente esperado hasta el 3,9%. Lo mismo le ocurre al sector servicios, para el que la patronal anticipa un crecimiento del 2,2%, 0,7 puntos menos que lo anunciado el pasado febrero. La construcción, sin embargo, continúa boyante y es el único sector e indicador económico que mantiene sus previsiones de crecimiento en el 3,2%.
Confebask volvió a pedir a los sindicatos 'responsabilidad' ante el panorama de ralentización, y a la Administración,mayor control sobre la inflación por una triple vía: medidas de fomento de la competencia, reducción del gasto público y liberalización.
Zubia se pronunció también sobre la anunciada resolución adversa de la Comisión Europea contra los incentivos fiscales vascos a la inversión dispuestos entre 1995 y 2000. 'Estamos asistiendo a un capítulo política y jurídicamente discutible', dijo Zubia, quien indicó que si Bruselas los declara ilegales recurrirá, al igual que las instituciones vascas, la decisión ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de julio de 2001