Un hombre de 53 años aceptó ayer una condena de dos años de cárcel por apuñalar a su hijo y encerrar a su esposa durante tres horas en el lavadero de la vivienda, donde además la golpeó y causó heridas que tardaron siete días en curar. El juicio estaba previsto ayer en la Audiencia de Sevilla pero no llegó a celebrarse porque el acusado J.D.B. aceptó los hechos y la pena solicitada por el fiscal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de julio de 2001