El diputado socialista por Alicante Justo González denunció ayer la precariedad de los servicios sanitarios del centro penitenciario de Fontcalent y la falta de funcionarios para atender a los reclusos. El diputado abundó en las condiciones de hacinamiento en las que viven los internos, debido al exceso de presos, unos 900, cuando el centro está concebido para albergar a no más de 500. 'Fontcalent, más que una cárcel, parece un almacén de personas', comentó González.
El diputado hizo estas declaraciones al término de una visita a la prisión. A juicio de González, las principales deficiencias de Fontcalent son las referidas a la asistencia sanitaria. 'Aparte de la falta de personal, el recinto donde se ubica el servicio es lo más parecido a una celda, sin aire acondicionado ni camas', explicó. 'El personal, 17 funcionarios -9 médicos y 8 enfermeros-, es claramente insuficiente, y está obligado a hacer una media de 600 horas extra al año y tampoco se cubren las bajas', añadió. Para el dirigente socialista, la solución a este problema pasa por la integración del servicio de la prisión en el Sistema Nacional de Salud.
La carencia de personal es general. 'La plantilla teórica es de 135 funcionarios, aunque normalmente son 30 menos y, además, hay una media diaria de un 30% de bajas por enfermedad, la mayoría por problemas psicológicos', señaló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de julio de 2001