'Qué vergüenza que al organismo que fiscaliza el urbanismo en Madrid, la denominada Gerencia Municipal, se le hunda el edificio y nadie tenga el mínimo respeto por los ciudadanos y presente su dimisión', dice Lorenzo. 'No me lo puedo explicar; mientras, permanezco a la espera para ver qué se inventan para demostrar su irresponsabilidad ante éste y tantos otros casos', se lamenta. 'En cualquier otro Ayuntamiento de España ya habrían rodado cabezas, pero aquí, en Madrid, ya se sabe, la política se encuentra a la altura del betún'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de julio de 2001