Los sefardíes no sólo conservan el idioma como herencia española cinco siglos después de su expulsión de la Península, sino que también en su gastronomía actual perviven vestigios de su presencia, como ha destacado el rabino Benito Garzón, ensayista y especialista en esta cultura. Garzón, uno de los ponentes del curso de verano La gastronomía: Una cultura de vida, que celebra en Ronda (Málaga) la Universidad Rey Juan Carlos, afirmó que la herencia de España 'se adaptó después en la cocina de comunidades muy dispersas'. La cocina 'es una expresión de la cultura muy importante en la transmisión de las raíces, en una época de individualismo exacerbado como ésta', y la actual gastronomía sefardí se puede definir como 'mediterránea' y 'sana para el cuerpo y para el espíritu', ya que 'sigue las leyes dietéticas de la Biblia 3.300 años después', explicó Garzón. El rabino subrayó que cuantas más limitaciones existen, tanto por las leyes como por la penuria, más se agudiza la imaginación y los sefardíes han estado 'impulsados a crear constantemente y a oponerse a culturas gastronómicas distintas', por lo que su cocina puede considerarse 'un modelo de resistencia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de julio de 2001