Ana María F. B. fue acusada de estafa y falsedad por la familia de su compañera sentimental, con la que convivió durante años, tras el fallecimiento de ésta. La sección quinta de la Audiencia de Valencia ha absuelto a la mujer de esos delitos y considera que en virtud de los poderes con los que contaba y de la relación de intimidad que las unía 'hasta formar pareja de hecho' actuó respecto a la herencia en los términos que acordó la pareja. El sobrino de la fallecida, que recibió tras su muerte 25.000 pesetas, porque ésa fue la voluntad de su tía, denunció a la mujer que convivió con ella porque se quedó con 4.000.000 de pesetas. El juez reitera en la sentencia que la acusada tenía poderes para usar la cuenta de su pareja. El juez indica que 'la actuación de la acusada no puede calificarse de conforme a ética pero no consta que buscara apropiarse de algo que no le correspondiera' sino de lo que como pareja acordaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de julio de 2001