La iniciativa de habilitar un nuevo atraque para los cruceros turísticos en Getxo se encuentra paralizado. Pese a que desde principios de año existe un proyecto detallado realizado por la Autoridad Portuaria de Bilbao, aún no se ha concretado qué institución lo acometerá y cómo se financiará. El proyecto, además, aparece rodeado por la polémica, puesto que el Ayuntamiento de Santurtzi, en cuyos muelles atracan ahora los cruceros, se opone frontalmente a la idea y las Juntas Generales vizcaínas, con los votos de la oposición, también se han postulado contra el cambio de ubicación. El traslado del atraque desde los muelles portuarios de Santurtzi a la otra orilla de la ría, a Getxo, se planteó el pasado año tras un informe de la Autoridad Portuaria de Bilbao, que aconsejaba la mudanza para ofrecer un mejor servicio a este turismo de lujo. El estudio argumentaba que la actual ubicación, junto a la zona de descarga de mercancías de todo tipo, no era la más idónea para promocionar esta actividad turística. Este verano se espera la arribada de una treintena de cruceros.Este criterio fue apoyado por el Gobierno vasco y la Diputación, pero suscitó un frontal rechazo del Ayuntamiento de Santurtzi. Su alcalde, el socialista Javier Cruz, ya dijo el verano pasado que su consistorio no iba a 'quedarse sentado' ante una iniciativa que consideraba de inspiración nacionalista, ya que el presidente de la Autoridad Portuaria, José Miguel Corres, pertenece al PNV. El alcalde de Getxo, el peneuvista Iñaki Zarraoa, aplaudió también la idea. El consejero de Obras y Transportes, Álvaro Amann, defendió el nuevo atraque ante el Parlamento en octubre pasado y abogó por eliminar 'la falsa competitividad local' por este asunto entre Santurtzi y Getxo.
El apoyo de las instituciones llevó al Puerto de Bilbao a elaborar un proyecto de la futura área de atraques, que presentó a principios de este año. La infraestructura se ubica junto al actual puerto deportivo de Getxo, hacia el Abra, enfrente del muelle de Santurtzi -el Príncipe de Asturias-, donde ahora se detienen los ferrys y cruceros. Dispondría de un muelle de atraque de 300 metros y un pantalán de 335 metros. La superficie del nuevo dique tendría 30.000 metros cuadrados de superficie e incluye, pegado al puerto deportivo, un área de aparcamiento con capacidad para más de 550 automóviles y 24 autobuses.
El proyecto justifica el emplazamiento en Getxo porque 'los muelles [en Santurtzi] presentan un claro conflicto con tráficos de distinta naturaleza y no cumplen las actuales necesidades funcionales y de calidad'. Sobre el nuevo enclave, considera que es una 'zona de alto valor social, donde se asentaron las residencias de verano de la élite'. La Autoridad Portuaria pensaba que, con la presentación del proyecto, éste sería impulsado por las instituciones vascas, o sea el Gobierno vasco y la Diputación. De hecho, se barajó que las obras serían promovidas por la sociedad Puertos Deportivos de Euskadi, dependiente del Ejecutivo.
Competencias Pero la infraestructura está paralizada desde entonces. El rechazo en las Juntas Generales de Vizcaya y la situación de minoría de la Diputación le han llevado a no realizar ninguna gestión para impulsarlo. El Gobierno sostiene que no ejecutará la obra y que, en todo caso, contribuirá a su financiación. 'Es competencia del Puerto, porque son sus terrenos y deberían ejecutarlos ellos. Nosotros no lo vamos a hacer. Estamos estudiando el proyecto y todavía no hay nada decidido', aseguró un portavoz del Departamento de Obras Públicas. La Autoridad Portuaria, que no ha recibido ninguna comunicación oficial de las instituciones sobre el plan, prefiere esperar a que éstas se pronuncien. Sus responsables aseguran en privado que el nuevo atraque no supone ningún beneficio para su actividad, sino para la promoción del turismo vasco en general.
La puesta en marcha del proyecto se deberá determinar en los próximos meses, especialmente cuando ya esté formado el nuevo Gobierno en Vitoria y el equipo de Obras y Transportes, que debe decidir sobre el elemento clave: la financiación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de julio de 2001