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COLUMNA

Modernizar

El presidente Chaves llevó al Debate sobre el Estado de la Comunidad la propuesta de abrir un debate para la reforma del Estatuto de Autonomía que permita acometer la que llamó segunda modernización de Andalucía. Nuestro Estatuto de Autonomía está cumpliendo 20 años y son muchos los que, a pesar de los cambios producidos en Andalucía, valoran más lo que falta por hacer que lo conseguido desde entonces. Es cierto que Andalucía ha cambiado, pero también lo es que veníamos de una situación de tal abandono que sin duda todavía seguimos constatando la desigualdad, aun cuando sea en menor grado que en aquellos comienzos de los años ochenta, en los que el pueblo andaluz creyó en una idea con la que pensó poder mover el mundo, su mundo, para cambiarlo y afrontar en el cambio la realidad de los sueños que, en el fondo, nunca pudo tener acuciada su cotidianidad, por la búsqueda de lo urgente, lo perentorio: la supervivencia.

Tras veinte años, la idea que movilizó al pueblo andaluz se hace realidad en el cada día de los aciertos y los errores y constatamos que seguimos lejos de igualarnos a las comunidades con las que compartimos el acceso a la autonomía por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución. Por supuesto que la consideración de la rapidez o la lentitud es subjetiva, y para quienes lideran la política andaluza, los mismos desde entonces, seguramente todo ha sido más rápido y más eficaz que para quienes hubieran querido liderarla, y aun más, posiblemente, que para los andaluces que aun sabiendo que su vida ha cambiado, desean y necesitan que aún cambie más. Basta abrir la venta y mirar la exterior.

El presidente Chaves ha propuesto una reforma en pos de la segunda modernización de Andalucía. También es subjetiva la apreciación, pues mientras él está seguro de que es la segunda modernización la que se debe acometer, otros, y con razones de realidad contrastada, están seguros de que la primera, que sin duda empezó, está aún por concluir. En todo caso, primera o segunda es lo de menos, lo importante es que quien gobierna Andalucía sepa que realmente queda mucho por hacer. La propuesta es todo un reconocimiento de esa realidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de julio de 2001