Es conmovedora la denuncia de las compañías eléctricas alertando sobre las carencias que la red de distribución presenta, dadas las trabas y cortapisas que les imponen las demagógicas y todopoderosas organizaciones ecologistas y las ineficaces y burocratizadas corporaciones locales que les impiden la mejora y modernización de las redes de distribución de la electricidad. Ciertamente en tal desigual batalla (no hay más que comparar presupuestos) se verán obligadas a recabar el apoyo de la ciudadanía que, expresado en partidas presupuestarias, eso sí, de la Administración central o autonómica, les permita hacer frente a instituciones tan diabólicas. Mejorada la infraestructura a cargo del erario público, podrán mantener impolutos los beneficios que tan merecidamente se tienen ganados. Gracias irremplazables, Iberdrola y Cía., por fomentar tan candorosamente la imaginación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de julio de 2001