Un equipo de investigadores australianos ha desarrollado una prueba de identificación de ADN que permite detectar el síndrome de Down en embriones que se van a implantar en un tratamiento de fertilización in vitro (FIV). Este trastorno genético, que se presenta en uno de cada 700 nacidos, se suele diagnosticar cuando el feto tiene alrededor de 16 semanas a través del líquido amniótico extraído de la embarazada. La nueva prueba, presentada en una conferencia sobre fertilidad en Europa, usa una sola célula para detectar el síndrome de Down durante el tratamiento de FIV, antes de que el embrión sea implantado en el útero. Los científicos del Instituto Monash para la Reproducción y el Desarrollo, de Melbourne, señalan que la prueba podría permitir a las parejas que se sometan a un diagnóstico genético previo al implante detectar otras enfermedades y, al mismo tiempo, determinar si el embrión presenta síndrome de Down.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de julio de 2001