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Entrevista:IRO TANAKA | Director de Bioinformática de Genset

'Hoy ningún sistema puede ser exhaustivo'

Al secuenciar los genomas de la mosca del vinagre, el ratón, el ser humano y otros organismos, los biólogos se han encontrado con un grave problema de denominación de los genes que están descubriendo. En este campo reina una anarquía que se nutre de fuentes tan dispares como el rigor científico, los aspectos pintorescos y el ego.

Iro Tanaka es el director de Bioinformática de Genset, una de las más importantes empresas genéticas europeas y el principal responsable de la nomenclatura de genes.

Pregunta. ¿Cómo determinan en Genset los nombres de los genes cuando son descubiertos?

Respuesta. Hemos hecho igual que en el mundo académico del que procede cada cual. Hemos dado un nombre a los genes según su función o bien dándoles un número precedido por la letra G. Todos los laboratorios han tenido su propia política de atribución de nombres: a base de colores para los genetistas de la drosofila, haciendo a menudo referencia a un fenotipo, es decir, a un carácter, en el idioma del descubridor, lo que hace que los nombres de estos genes puedan ser muy exóticos; más a menudo, el nombre hace referencia a la función..., pero ésta puede estar equivocada. Por último, otros investigadores les dan su nombre de pila: John 1, John 2. El resultado es que los genes que ejercen la misma función en diferentes organismos la mayoría de las veces tienen varias denominaciones, en ocasiones hasta 25.

P. Esta falta de homogeneidad, ¿es molesta para la industria?

R. Terriblemente, y mucho más que en el sector académico. Cada investigador de un laboratorio público se interesa por un número muy reducido de genes de los que conocen rápidamente todos los nombres. Nosotros nos interesamos por muchos genes y disponemos de un sistema automático de bibliografía que busca en la literatura y en los bancos de genes. Por eso, nos faltan muchas informaciones ya que a menudo el gen cambia de nombre numerosas veces.

P. ¿Qué opina de la iniciativa del consorcio Genetic Ontology?

R. He de confesar que no conozco este consorcio. Pero es una buena idea desarrollar un sistema de anotación de los genes basado en su función, los procesos biológicos en los que participan y la localización de la proteína correspondiente dentro de la célula. Sería el sistema de anotación más completo. Nosotros utilizamos bancos públicos de genes anotados, en especial del NCBI y del instituto Weitzman, que cuentan con ficheros de genes con el nombre asociado a su función. Pero, hoy por hoy, ningún sistema puede pretender ser exhaustivo y siempre utilizamos varios.

P. ¿Confía en el éxito de este tipo de iniciativas?

R. Por desgracia, en absoluto. Este esfuerzo es muy loable, pero la cantidad de informaciones ya acumulada es tal que temo que asistamos a una superposición de nomenclatura.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de julio de 2001