La mitad de las 2.000 plazas de verano en residencias de ancianos ofrecidas por la Comunidad para facilitar un descanso a las familias que cuidan de estos mayores se han quedado este año sin cubrir. María Isabel Muñoz, directora general del Mayor desde el pasado junio, asegura que 'no ha habido demanda suficiente' pese a tratarse de un programa muy bien valorado por los usuarios.
'Recibimos 1.500 solicitudes que al final se quedarán en 1.100, porque el resto ha rechazado al final su plaza o bien no cumplía los requisitos. No exigimos baremos económicos, sólo que el anciano sea mayor de 80 años o de 65 a 80, pero con gran dependencia. Pero no se admite a personas que hayan tenido altas hospitalarias recientes, en estado terminal, con patologías crónicas muy invalidantes o trastornos graves de conducta', explica. En 2000 hubo 1.453 usuarios de este programa. La Consejería de Servicios Sociales descarta una nueva convocatoria. 'Una vez que las plazas han quedado sin cubrir, se llenan con usuarios de larga estancia', añade Muñoz.
A Carmen García-Rojas, diputada regional del PSOE, no le convencen estas explicaciones. 'Lo que ha ocurrido es que este año sólo han dado un mes para presentar la solicitud, cuando antes daban tres. En un plazo tan corto muchos usuarios no se enteran a tiempo del programa y tampoco a los ayuntamientos les da tiempo de tramitar todas las solicitudes presentadas', afirma. 'Servicios Sociales hace esto para ahorrarse dinero porque anda mal de fondos', opina.
Muñoz replica que el plazo de inscripción ha sido similar al de otros años. En este programa los usuarios pagan parte de su pensión. La estancia dura un mes y se ofrecen plazas en julio, agosto, septiembre y octubre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de julio de 2001