No son responsables. Eso afirma, por voz de su presidente, el Gobierno del PP. No lo son, por supuesto, de la huelga de transportistas de Baleares, ni de la de los pilotos de Iberia (empresa privada), ni de la situación de los trabajadores de Sintel (empresa sin identificar), ni del descontrol de la inflación y el consiguiente aumento de la carestía, ni del caso de las vacas locas, ni del caso Matas (¡votan hasta los muertos!), ni del caso Piqué, ni del aumento de los accidentes mortales en carretera y en actividades laborales, ni de sus democráticas actividades policiales, ni del paro juvenil (el más alto de la Europa comunitaria), ni del servilismo -que no dependencia- del fiscal general del Estado con respecto al Gobierno, ni de...
No fueron responsables, tampoco, del ya olvidado caso del lino, ni del más olvidado aún de las stocks options de Telefónica y sus masivos despidos, ni del caso Zamora (presidente presuntamente poniendo el cazo), ni del caso Camellas, ni... Total, que ellos, los del PP, no son responsables de nada. A mayor exactitud, podríamos decir que son unos irresponsables. Que no nos pase nada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de julio de 2001