El grupo socialista del Ayuntamiento de Vitoria apela al carácter pionero en iniciativas de tipo social que ha caracterizado a esta institución, con ejemplos como el registro de parejas de hecho o aportaciones presupuestarias al tercer mundo, para proponer ahora la creación de un denominado registro de documentos de voluntades anticipadas, más conocidos como testamentos vitales.
Este servicio asumiría de manera gratuita la expedición de un manifiesto personal en el que cualquier ciudadano insta a los médicos que le atiendan en momentos críticos a que no le prolonguen de manera innecesaria la vida por medios artificiales y a que se le administren los fármacos necesarios para paliar el dolor y los sufrimientos.
Las únicas legislaciones que regulan este tipo de documentos en España corresponden a comunidades autónomas como Cataluña, Galicia y Extremadura, y remiten a un notario como depositario de esta voluntad postrera, con el consiguiente coste económico. El PSE de Vitoria reconoce que las limitaciones en el desarrollo de este testamento vital pasan por la ausencia de regulación sobre la eutanasia pasiva y la cláusula de conciencia de los facultativos. Los socialistas recuerdan que en los Estados Unidos un 10% de la población redacta un legado de voluntades de similares características.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de julio de 2001