Fruto de más de un año de trabajo y de coordinación institucional, la exposición San Fermín ayer y hoy, fiesta, culto y tradición es uno de esos oasis festivos en los que el visitante puede dejar atrás las señas más hedonistas del jolgorio pamplonés y deleitarse con un magnífico muestrario de cultura y arte. San Fermín, sanfermines, sí. Pero ¿quién fue Fermín? ¿de donde proviene el patronazgo de la fiesta?
Quienes estén interesados en conocer con detalle el origen del culto religioso, de la tradición cultural y, por consiguiente, de la fiesta pagana, tiene una cita ineludible por un recinto tan peculiar como el denominado Monumento a los Caídos . El Ayuntamiento de Pamplona, usufructuario de este gigantesco inmueble religioso que cobija los restos del general Mola, uno de los principales impulsores del alzamiento militar contra la II República, está empeñado en convertir el recinto, coronadas por pinturas históricas de exaltación fascista, en sala de exposiciones.
La exhibida este año sobre la figura histórica de san Fermín es, sin duda alguna, la más completa de cuantas se han organizado, con más de doscientas piezas de valor artístico, religioso y popular, y el patrocinio del Ayuntamiento de Pamplona, el Gobierno de Navarra y la Diócesis. Su parte iconográfica expone el fruto de la investigación llevada a cabo en múltiples puntos de España para reunir cuadros, esculturas, tallas, relicarios, y piezas de diverso tipo que van desde el siglo XVII (Martirio de san Fermín, óleo de José Donoso), hasta el propio siglo XX, incluyendo algunas de las reliquias más veneradas del santo patrón.
La Fundación Culturas Millenium, responsable de la muestra, ha dado un carácter global al evento al incluir la mayor muestra videográfica existente sobre las fiestas de San Fermín, con imágenes que se remontan al año 1922, así como espacios para los gigantes y cabezudos, la exposición de adornos antiguos que portaban las figuras, la tradición taurina, la figura de Hemingway, la historia de las peñas de mozos o las tradiciones religiosas.
Nacido en Pamplona en el siglo III, hijo del senador romano Firmo, convertido al cristianismo, Fermín fue nombrado obispo en Toulouse y decapitado en las Galias un 25 de septiembre, un martirio que hoy se recuerda con el tradicional pañuelo rojo al cuello. El cuerpo de Fermín fue trasladado a la catedral de Amiens. La devoción popular a san Fermín se inició en Pamplona nueve siglos después, a finales del XII, coincidiendo con el traslado a la capital navarra de las reliquias del obispo mártir. Las peleas por el patronazgo se habían prolongado hasta la mitad del siglo XVII: ¿san Fermín o san Francisco Javier? La paz la impuso Alejandro VII en 1657, al establecerlos como copatronos de Navarra. Curiosamente, el patrón de Pamplona no es san Fermín sino san Saturnino, de quien el primero recibió la fe que le conduciría a la muerte y, con el paso del tiempo, al inefable honor de dar nombre a una de las fiestas más gamberras y etílicas del orbe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de julio de 2001