Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
GENTE

PETICIÓN JUSTA NO PREVISTA POR LA LEY

Cada tres meses todo ciudadano sueco debe pagar al Estado una suma equivalente a 15.000 pesetas por el derecho de poder ver televisión en su casa. Esta disposición ha sido puesta en tela de juicio por Harald Johansson, de 83 años, que, un poco por la edad y otro por una afección, perdió la visión de un ojo y por ello se dirigió al presidente del organismo estatal competente, Lars Lindberg, solicitando que su licencia le sea rebajada a la mitad. 'Por qué he de pagar yo, argumenta Harald, que no veo de un ojo y tengo dificultades con el otro, la misma suma que alguien que disfruta plenamente de su visión? Yo sólo escucho lo que dicen en la pantalla, pero no veo', agrega. Lars Lindberg declara tener 'como persona' total comprensión por la petición, 'pero la ley es la ley y todos deben cumplirla; no hay ninguna excepción sobre este punto', agrega. La única posibilidad que el organismo estatal le ofrece a Harald es que renuncie totalmente a tener televisión. En tal caso quedaría exento de todo pago.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de julio de 2001