El Ayuntamiento de la ciudad de Ibiza, gobernado por el alcalde socialista Xicu Tarrés, acordó ayer paralizar durante el período de un año la concesión de licencias de obras para nuevas construcciones en el territorio de todo el término municipal. La medida pretende bloquear el actual proceso de crecimiento y de ocupación del territorio que se produce en la ciudad balear. Ésta moratoria urbanística ha sido adoptada diez días después que el Consell de Mallorca aprobara una medida similar para los municipios de toda la isla.
El Ayuntamiento de Ibiza frenará de inmediato el trámite para aprobar unas trescientas licencias que ya se han solicitado en las oficinas de urbanismo, un cupo que será revisado con prioridad cuando se haya levantado el actual veto. La estrategia de la izquierda, mayoritaria en el consistorio, pretende aplicar en el futuro un sistema de cuotas limitadas para las licencias de obras y una programación anual del crecimiento urbanístico.
El Ayuntamiento de Calvià (Mallorca) aplica ya un sistema de concesión de licencias de obras por cupos para intentar fijar su desarrollo territorial en poco más del 1% anual. Este enclave turístico mallorquín ha experimentado un desmesurado crecimiento urbanístico y ha duplicado su población en una década, pasando de 21.000 habitantes a más de 40.000.
Ayer, el Consell de Ibiza y Formentera, gobernado por el mismo Pacto Progresista que en el municipio de Ibiza, proclamó su voluntad de apoyar las 'medidas de racionalidad y sentido común, que son compartidas por la mayoría de la población' y su estrategia dirigida a la 'sostenibilidad'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de julio de 2001