Un hombre de 42 años murió ayer en Motril (Granada) tras ser tiroteado en un céntrico bar por un individuo que entró de improviso en el establecimiento y tras culminar la fechoría escapó a pie. La policía ignora de momento el motivo del crimen aunque las indagaciones se encaminan a averiguar si se trató de un ajuste de cuentas.
El fallecido es Carmelo H. H., vecino de Motril, que cuando fue tiroteado se encontraba jugando plácidamente a las cartas en una mesa del bar El Panadero, en las calle de las Cruces, a pocos metros de la estación de autobuses de la localidad costera. El asesino írrumpió en el bar hacia la una y media de la tarde armado con una pistola y sin mediar palabra disparó cuatro balazos contra su víctima, dos de los cuales le produjeron heridas a consecuencia de las cuales murió instantáneamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de julio de 2001