Las instituciones navarras condenaron ayer con rotundidad los últimos asesinatos de ETA y salieron a la calle en Pamplona y en decenas de municipios de toda la Comunidad foral. Miles de ciudadanos secundaron al mediodía el llamamiento de los municipios y de Gesto por la Paz y se concentraron en silencio en repulsa por los últimos crímenes.
En Pamplona, a mediodía, miles de personas acompañaron al Ayuntamiento pamplonés, concentrado ante la casa consistorial que horas antes había sido centro de la fiesta de San Fermín. En el pleno municipal, la portavoz de EH, Ainara Armendáriz, miembro de la dirección de Batasuna, tuvo que oír las invectivas de ciudadanos que asistían a la sesión extraordinaria y que calificaron de 'cobardes' y 'asesinos' a los ediles radicales por su negativa a condenar los asesinatos de José Javier Múgica y Mikel Uribe. Cuando Armendáriz empezó su intervención, los ediles de UPN abandonaron la sala. El Ayuntamiento acordó condenar el asesinato de Múgica y la colaboración de quienes ayudaron para matarle. Batasuna y Batzarre se abstuvieron. Batasuna se limitó a 'lamentar' lo ocurrido, pero ni siquiera colocó las banderas del Ayuntamiento de Leitza a media asta por el asesinato de uno de sus miembros. En el Parlamento navarro, UPN, PSN-PSOE, IU-EB, EA-PNV y Batzarre manifestaron que los 'viles atentados' de ETA no van a conseguir que los ciudadanos y sus representantes 'se dobleguen' ante el crimen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de julio de 2001