El buque noruego Mayo, con 25 buzos a bordo, llegó ayer al punto del mar de Barents donde el pasado 12 de agosto naufragó el submarino nuclear ruso Kursk y en el que todo está listo para empezar la primera fase de su recuperación. El Mayo procedía del puerto noruego de Kirkenes con los submarinistas, ocho de ellos rusos y el resto noruegos, británicos y un estadounidense, que examinarán el casco del Kursk antes de recuperarlo desde 108 metros de profundidad.
Los buzos rusos, que a partir de hoy intervendrán en la primera fase de la operación de levantamiento, ya participaron el otoño pasado en el rescate de los únicos 12 cuerpos recuperados de los 118 marinos que componían la dotación del submarino. El resto de los tripulantes permanecen en el sarcófago de metal en que se transformó el sumergible tras hundirse por causas aún desconocidas.
MÁS INFORMACIÓN
- Comienza el reflotamiento del 'Kursk' con la inmersión de un robot de reconocimiento
- Objetivo: reflotar el submarino 'Kursk'
- Al rescate de los secretos del 'Kursk'
- Un equipo de buzos comienza a instalar el sistema de reflotamiento del submarino 'Kursk'
- Comienzan en el mar de Bárents las labores para reflotar el 'Kursk'
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de julio de 2001