Las calles del norte de Belfast fueron tomadas anoche, una vez más, por la violencia entre católicos y protestantes. Un centenar de jóvenes de ambas comunidades armados con cócteles mólotovladrillos y botellas, protagonizaron violentos enfrentamientos en los barrios del norte de la capital norirlandesa a primera hora de la noche, por tercera vez en cinco días, según informaron fuentes policiales.
Los agentes antidisturbios establecieron una barrera con todoterrenos blindados para separar a los dos grupos en las intersecciones de los feudos católicos y protestantes de Limestone road y Duncairn Gardens.
En el este de la ciudad, en los alrededores del feudo católico de Short Strand, la policía investigaba los disparos efectuados contra la zona protestante vecina, que no causaron heridos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de julio de 2001