Desde el Gobierno Vasco se anuncian futuras ayudas económicas a la procreación que tendrán carácter universal.
Cuando reiteradamente se mencionan los bajos índices de natalidad y sus 'gravísimas repercusiones', siempre me asalta una duda desde mi ignorancia estadística; la población envejece y no vamos a tener juventud de relevo (o mano de obra, no sé...) que soporte las cargas sociales que este hecho conlleva.
¿Qué papel tienen los miles de jóvenes que actualmente se encuantran en desempleo en este juego estadístico...? ¿Cómo soportaremos en el futuro a esta juventud en paro, en una sociedad incapaz de garantizar el pleno empleo...? ¿Se trata de un problema sociológico o estrictamente económico...?.
Y si fuese como se afirma desde determinadas instancias. ¿Qué problema tendríamos en que tomasen el relevo ciudadanos de otros países cuyas poblaciones son eminentemente jóvenes...? No necesitamos grandes planes de natalidad, los inmigrantes están ahí. Como resultado obtendríamos una sociedad bastante menos etnocéntrica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de julio de 2001