La compañía Autopista Vasco-Aragonesa, concesionaria de la A-68, que enlaza Bilbao y Zaragoza, obtuvo en 2000 una facturación por peaje de 15.051 millones de pesetas (90,66 millones de euros), un 17,9% menos que en 1999, según señala su informe anual. La reducción en los ingresos se debió, según sus responsables, a la rebaja del precio de los peajes en un 32,5% a cambio de la ampliación en la concesión de la autopista en otros quince años. Además, la no autorización de la revisión de tarifas y peajes supuso una disminución de 319 millones de pesetas sobre la facturación prevista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de julio de 2001